Comienza un nuevo curso y no sé si es que nos hemos acostrumbrado o es que de verdad comenzamos a ver la luz al final del tunel...el caso es que nuestras sesiones ya no empiezan con reflexiones sobre la COVID-19 y hemos podido recuperar los temas alrededor de los cuales venimos trabajando estos últimos tres cursos... Y, de verdad, creo que todos agradecemos este olor a "vieja normalidad" en el ambiente: las mamás y papás podéis volver al centro, los termómetros han desaparecido en las entradas y los recreos se han convertido en un espacio un poquito más compartido....
Desde el comienzo de este curso he decidido introducir cambios en las sesiones, en la dinámica y en los instrumentos que utilizaré en ellas; tratando de hacerlas diferentes, espero ir logrando que sean mejores.
La primera sesión ha girado en torno al cuento: ALICIA Y LA LIBRETA DE LAS EMOCIONES (del que os dejo enlace al final de esta entrada). Una preciosa historia que se centra en la importancia de verbalizar lo que nos pasa. Gracias a ella, hemos introducido una nueva herramienta: Nuestra propia libreta de las emociones que iremos construyendo juntos durante lo que resta de curso con pequeños trabajos individuales que haremos cada vez que yo entre y que espero ayuden a todos y cada uno a conocerse mejor.
Espero que les acompañéis en los pasos que vayan dando....y desde ya os agradezco vuestra implicación en el programa de educación emocional del cole. Desde el corazón: GRACIAS.
